El modelo económico sexista alimenta la crisis de desigualdad

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mujeres cuidados
Isabel Calvo tiene 48 años y vive en Fuenlabrada, Madrid. Lleva 14 años trabajando como auxiliar de asistencia a domicilio, con un contrato de 30 horas.

Cero euros: el trabajo de las mujeres en el mundo aún no se paga. Evidentemente, no en todos los sectores, pero el cuidado de las personas más cercanas sigue sin reconocerse, tal y como denuncia Oxfam Intermón. Se trata del «motor oculto» que mantiene en funcionamiento economías, empresas y sociedades, según denuncia esta organización en su informe Tiempo para el cuidado, publicado durante el pasado Foro de Davos.

Las mujeres y niñas dedican 12.500 millones de horas diarias a ese tipo de trabajo. Al cuidado de niños y niñas, personas mayores, enfermas o discapacitadas, se suman las tareas domésticas. Ese tiempo supone una contribución a la economía mundial de al menos 10,8 billones de dólares anuales. Esta cifra triplica el gasto mundial en tecnología de personas, empresas y gobiernos.

En su informe, Oxfam Intermón muestra cómo el modelo económico sexista está alimentando la crisis de desigualdad. Una élite millonaria acumular vastas fortunas a expensas del resto de la ciudadanía, especialmente de las mujeres y niñas. Como muestra, un dato demoledor: los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África.

“El trabajo de cuidados recae principalmente sobre las mujeres quienes, a menudo, apenas tienen tiempo para recibir una educación. Esto las atrapa en la parte más baja de la pirámide económica”, según explica Lara Contreras, responsable de incidencia política e investigaciones de Oxfam Intermón.

Sin remunerar

El trabajo de las mujeres acapara más de las tres cuartas partes del empleo de cuidados no remunerado. A menudo se ven forzadas a reducir su jornada laboral o renunciar a su empleo remunerado para poder hacerlo. En todo el mundo, el 42% de las mujeres no puede acceder a un empleo remunerado porque son las responsables de cuidados ‘de los suyos’, frente a un 6% de los hombres.

El trabajo de las mujeres también se centra en cuidados cuando es remunerado. Así, dos terceras partes de esta mano de obra –enfermera, trabajadora del hogar o cuidadora- está reservado a mujeres. Se trata de empleos generalmente mal remunerados, sin derechos laborales y con horario irregular. Además, pueden suponer un importante desgaste físico y emocional. Sólo el 10% de las trabajadoras del hogar están protegidas por la legislación laboral igual que el resto de trabajadoras.

El trabajo de las mujeres en España: más de lo mismo

En España, según recuerda Oxfam Intermón, el trabajo de cuidados no remunerado equivale al 14,9% del PIB, según datos de la OIT. Las mujeres son el 74,8% de la población trabajadora que recibe los salarios más bajos. Ellas solo representan el 35,6% de las personas trabajadoras que reciben los salarios más altos.

Desigualdad escandalosa

La desigualdad en el mundo está profundamente arraigada y ha alcanzado un nivel escandaloso. El número de milmillonarios en el mundo se ha duplicado en la última década. “La brecha entre ricos y pobres no puede eliminarse sin la adopción de políticas contra la desigualdad. Pero muy pocos gobiernos se han comprometido a adoptarlas”, dice Lara Contreras.

«El modelo económico actual está llenando los bolsillos de los milmillonarios y las grandes empresas a costa del resto de la población”, afirma Contreras. “La buena noticia es que esto es evitable con medidas valientes y decididas que construyan una economía humana al servicio de todas las personas y no sólo de una pequeña élite”. Se prevé que, durante la próxima década, aumente la presión sobre las personas que se dedican al trabajo de cuidados, tanto remunerado como no, debido al crecimiento y envejecimiento de la población mundial. Se estima que para el año 2030, 2.300 millones de personas necesitarán cuidados; 200 millones más que en 2015.

El cambio climático podría empeorar la inminente crisis de los cuidados. Se calcula que, en 2025, hasta 2.400 millones de personas vivirán en zonas donde no habrá agua suficiente, de manera que principalmente serán las mujeres y niñas las que se verán obligadas a recorrer mayores distancias para conseguirla.

Hablando de soluciones

El informe de Oxfam Intermón pone de manifiesto que los gobiernos aplican unos impuestos extremadamente bajos a las personas y empresas más ricas, y por lo tanto no obtienen ingresos suficientes para ayudar a aliviar la responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y a combatir la pobreza y la desigualdad.

Un incremento de tan solo el 0,5% adicional en el tipo del impuesto que grava la riqueza del 1% más rico de la población mundial sería suficiente. Así, durante los próximos 10 años, se recaudarían fondos suficientes para crear 117 millones de puestos de trabajo de cuidados en sectores como educación, salud, cuidado infantil o asistencia a las personas mayores.
Al mismo tiempo, los gobiernos apenas invierten en infraestructuras y servicios públicos vitales que también podrían contribuir a reducir el trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y las niñas. Las inversiones en suministro de agua y saneamiento, electricidad, cuidado de menores y asistencia médica podrían liberar parte del trabajo de las mujeres y niñas, mejorando su calidad de vida. En algunas partes de Zimbabue, por ejemplo, mejorar el acceso a fuentes de agua podría ahorrar a las mujeres hasta cuatro horas de trabajo diario o, lo que es lo mismo, dos meses al año.

Deberes para España para mejorar el trabajo de las mujeres

Oxfam Intermón también se ha focalizado en España y pide al gobierno de coalición:

  • Medidas que supongan corresponsabilidad entre el estado, las empresas y las familias para repartir de forma justa y equitativa el trabajo de cuidados no remunerado.
  • Igualar los derechos laborales de las trabajadoras del hogar con los del resto de los trabajadores y trabajadoras.
  • Incluir en las políticas sociales una renta mínima garantizada que acabe con la pobreza que perjudica más a las mujeres.
  • Revisar los impuestos a la riqueza y a las grandes empresas, de manera que se cumpla con el compromiso de que estas últimas paguen un 15% de tipo efectivo.
  • Tener una política exterior feminista que contribuya al reparto equitativo del trabajo de cuidados y a los derechos laborales de las mujeres en todo el mundo.

Los cálculos de Oxfam se basan en las fuentes de información disponibles más actualizadas y exhaustivas. Las cifras sobre la riqueza han sido extraídas del Global Wealth Databook 2019 del Credit Suisse Research Institute. Las cifras sobre las personas más ricas del mundo han sido extraídas de la Lista Forbes 2019. Disponible la nota metodológica con toda la información bajo petición.