La Rey Juan Carlos apuesta por aumentar la conciencia sobre el bienestar animal

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El pasado mes de septiembre, el Consejo de Ministros aprobó en segunda vuelta un marco legal pionero en España a través del Proyecto de Ley de protección, derechos y bienestar animal, impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, que eleva las penas por maltrato, abandono y sacrificio de animales, una legislación necesaria debido a cifras como el alto grado de abandono de animales en España, que en el año 2020 ascendió a 286.000 perros y gatos.

Por ello, con motivo del Día Mundial de los Animales, que se celebra este 4 de octubre, la Cátedra Animales y Sociedad de la URJC pone en valor esta ley, que persigue el objetivo de proteger y garantizar el bienestar animal, de promover sus derechos y de asentar las bases para un marco legal común en todo el territorio español.

“Los animales tienen derecho a su protección por la ley, pero la sociedad debe concienciarse de su cuidado. Cuando comprendamos que, al proteger a los animales y al medio ambiente, nos estamos protegiendo a nosotros mismos, el mundo habrá cambiado a mejor. Por ello, dado que por fin los animales no humanos son considerados como seres sintientes por la ley, todos deberían ser protegidos por su valor intrínseco, independientemente del valor económico, sentimental o de su participación en actividades humanas”, detalla Nuria Máximo, directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la URJC.

Búsqueda del bienestar animal

De esta forma, esta ley, que ha iniciado su tramitación parlamentaria, se adentra en la búsqueda del bienestar animal, buscando concienciar sobre el cuidado y tenencia de animales y fomentar el desarrollo de la empatía hacia los mismos.

Un tema sobre el que la sociedad se encuentra cada vez más sensibilizado, ya que encuestas recientes alertan sobre la preocupación social existente en torno a este tema, con un 89% de la población que considera necesario reconocer los derechos a los animales y un 78% que se muestra preocupado por su protección, señalando al ser humano como el responsable final de preservarlos, mantener su equilibrio y evitarles dolor, independientemente del tipo de animal o especie que sea.

Por su parte, la Cátedra Animales y Sociedad, desde el inicio de su andadura en 2016, busca promover esta conciencia social a través labores de investigación, difusión y formación relacionadas con el bienestar animal y con el estudio de las relaciones entre humanos y otros animales, potenciando la vinculación bidireccional entre los mismos desde un punto de vista positivo y beneficioso para ambas partes.

Entre las actividades que desarrolla, destacan iniciativas centradas en trabajar la empatía hacia los animales desde la infancia, como “Emociones con Patas”, un programa de Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) que introduce la empatía como parte del currículum académico en diferentes escuelas españolas.

Emociones con patas

Así, a través de proyectos como Emociones con patas, la Cátedra desarrolla, desde edades muy tempranas, la conexión emocional innata que sentimos por otros seres vivos (biofilia), fomentando tanto la inteligencia emocional como las habilidades relacionales de los estudiantes mediante el acompañamiento de los animales.

A este respecto, Nuria Máximo señala que “la concienciación de la población es mucho más fácil desde la empatía y, para ello, las nuevas generaciones que estamos educando son clave debido a los sentimientos propios que los niños desarrollan hacia los animales desde la infancia. Es fundamental trabajar la empatía para dejar de cosificar a los animales no humanos y que éstos adquieran sus propios derechos como seres vivos”.

Sin duda, cada vez existen más evidencias de la contribución positiva de los animales a la sociedad y, por esta razón, diversos estudios constatan que poseer un vínculo afectivo con determinados animales propicia el bienestar integral de las personas a nivel individual y social, logrando una mejoría consistente en su calidad de vida, tanto física como emocionalmente.

Seres sintientes

Por ello, continuar calificándoles como “seres sintientes”, preservar sus derechos y contar con una legislación a su altura se ha vuelto una tarea imprescindible, protegiéndoles sobre aspectos como el abandono, el maltrato o su explotación, así como seguir trabajando para la creación de nuevos organismos que velen por su bienestar.

“Desde la Cátedra, continuaremos trabajando activamente para fomentar el compromiso activo con los valores y las prácticas de la sostenibilidad y del cuidado y protección de los animales, con el objetivo de avanzar en el respeto mutuo hacia los mismos y, así, mejorar la sociedad del futuro”, subraya la directora de la Cátedra Animales y Sociedad de la URJC.

Por último, desde la Cátedra apelan por la necesidad de que esta Ley se apruebe contemplando a todos los animales, no debiéndose deslindar la normativa de bienestar aplicable a los de compañía de aquellos otros tradicionalmente denominados de producción, o vinculados a actividades profesionales, como los perros de intervención o, por otro lado, de caza. “Un perro es un perro, independientemente de la labor a la que se dedique y, por ello, todos deben encontrar el mismo respaldo jurídico ante la ley”, concluye Nuria Máximo.

Image Credits: Victor Grabarczyk en Unsplash