La importancia del departamento de orientación en los centros educativos

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faro orientación educativa

El bienestar emocional, personal, social, así como académico de los niños y jóvenes es uno de los focos de atención más importantes en las instituciones educativas. La labor de quienes ejerzan la orientación educativa es es más importante que nunca.

Principalmente, teniendo en cuenta el impacto que ha tenido sobre los alumnos el confinamiento junto con las consecuencias que aún está dejando a su paso la pandemia.

En este sentido, la orientación educativa se ha considerado siempre una pieza clave en el engranaje del sistema educativo, pero hoy en día, lo es más que nunca. En sí mismo, el papel del orientador debe servir de guía en el proceso educativo y de crecimiento personal de los alumnos. No solo en un sentido didáctico, sino también pedagógico en el recorrido de los niños y jóvenes hasta su edad adulta. El orientador tiene un rol multidisciplinar para trabajar con el alumnado en toda su globalidad.

Respuesta a las necesidades del alumnado

El centro escolar forma parte e incide en el proceso educativo de sus alumnos. Por ello, es importante que, desde las aulas, se dé respuesta a las necesidades de cada uno de ellos. En este contexto, entra en juego la personalización de la educación ante la necesidad de adaptar el aprendizaje a las exigencias de cada niño y/o adolescente. El objetivo último es el de propiciar y garantizar una educación integral en conocimientos, habilidades, competencias y valores a cada uno de nuestros estudiantes.

Además, debemos tener en consideración, que el papel del docente y orientador va mucho más allá que únicamente dar solución a los problemas relativos al aprendizaje. Es un proceso de tareas de asesoramiento integral que debe involucrar a toda la comunidad de aprendizaje. El mayor objetivo es dotar a los alumnos de recursos y habilidades para que se enfrenten a situaciones diferentes dentro del colegio y así prepararlos para el mundo.

Si en algo se coincide desde los entornos escolares es en la necesidad de prestar atención y mostrar interés hacia otros aspectos sociales y personales que puedan estar causando dificultades. Por esta razón, se convierte en imprescindible llevar un seguimiento personalizado continuado en el aula y, fuera de ella, de nuestros alumnos. Por tanto, nuestro objetivo último, como orientadores y educadores, debe ser acompañar a los jóvenes sean capaces de integrarse en la sociedad de una manera activa, productiva y comprometida, alcanzando un nivel óptimo de madurez personal.

El abandono escolar sigue bajando

Esta contribución e implicación, desde los centros escolares, es fundamental para paliar y mejorar las cifras de abandono y fracaso escolar que se sitúan en 13,3% en este último año. Así pues, la labor de los orientadores y tutores se sustenta en aportar a los estudiantes una atención personalizada con la cual adquieran las habilidades que demanda el mercado laboral del siglo XXI, en identificar todas las necesidades educativas ya sea la detección de Altas capacidades para poder favorecer el desarrollo del alumno, así como, en velar por la interacción, comunicación y convivencia entre todos los miembros que conforman la comunidad educativa.

Por otro lado, los orientadores y los planes de acción tutoriales deben ejercer de hilo conductor de la cooperación y colaboración de la dupla familia-escuela (comunidad de aprendizaje). De este modo y, gracias a la participación de ambas partes, las familias y/tutores se sentirán parte del proceso educativo. Con todo ello, es fundamental que exista una interacción continua entre profesores, familias y alumnos.

Atención 1:1 con el alumno

La atención 1:1 con el alumno, las entrevistas trimestrales con la familia, un plan de acción tutorial anual, junto con la detección precoz tanto de necesidades educativas como psicológicas construyen una red de apoyo personal y social que fortalecen la autonomía, la seguridad en sí mismo y las relaciones sociales entre iguales y adultos.

Los planes de acción tutorial promueven un desarrollo personal y social constructivo. La finalidad última es la integración en la sociedad. La escuela busca el desarrollo de las habilidades duras (Hard Skills) y blandas (Soft Skills).

A modo de conclusión, los orientadores escolares y los tutores deben asesorar y contribuir, principalmente, a detectar las inquietudes y necesidades de los alumnos, así como, comprender su historial académico y personal, cada alumno trae su mochila, y facilitar la integración y participación de los alumnos en la comunidad educativa.

Otro punto importante es el acompañamiento en la orientación académica profesional, es fundamental que formen parte del proceso de elección de su “camino” los alumnos.

Aprender a realizar una adecuada toma de decisión en este campo, desde edades tempranas (3º ESO), favorece un conocimiento personal, una mayor indagación sobre campos profesionales y salidas académicas – profesionales que son necesarios para realizar la elección de itinerarios educativos.


Autoras:

Yolanda Segura, Laura García y María Becerra, responsables del Departamento de Orientación Educativa y Coordinadoras Adjuntas de Bienestar y Protección de Mirasur School.

Image Credits: Evgeni Tcherkasski on Unsplash