Adolescentes en Internet: riesgo en las redes

0
acoso ciber bullying
Foto: Shutterstock.com

Las nuevas tecnologías han venido para quedarse, y han transformado nuestras vidas. Muchos niños y la mayoría de los adolescentes tienen un smartphone, se comunican con sus amigos y compañeros a través del whatsapp, se entretienen con las creaciones de los youtubers de moda antes que con la televisión tradicional. Tienen acceso a internet y a las redes sociales, donde han descubierto todo un mundo, en muchos casos ajeno a la supervisión adulta. Hoy en día las redes sociales forman parte de las herramientas de uso diario para cualquier joven.

Internet y las redes sociales conforman un mundo amplio, inmenso, en el que los adolescentes se sienten libres, pero no está exento de riesgos. Adicciones a las nuevas tecnologías, disminución de las relaciones sociales reales, grooming, sexting, o acceso a contenidos nocivos para menores son algunos de los riesgos.

Recientemente saltó a los medios de comunicación la historia de Patricia Aguilar, la joven ilicitana captada por una secta a través de internet cuando aún era menor de edad. La joven se hallaba en un momento vulnerable, acababa de fallecer su tío y estaba buscando respuestas al misterio de la muerte en páginas esotéricas, donde fue captada por un gurú sectario. Patricia huyó de casa con él y vivió durante dos años en la selva peruana, convertida es esclava sexual de su captor, donde finalmente la rescataron desnutrida y con un bebé. La captación se produjo a través de una página de chat online, desde la aparente seguridad de su propia casa.

Grooming o sexting, peligros de la red

Algunos menores entablan amistad a través de las redes sociales con otros chicos y chicas que no conocen personalmente, y desarrollan vínculos emocionales con personas conocidas a través de la red, de las cuales no saben nada, más allá de lo que estas personas quieran contar de sí mismas. Algunos depredadores sexuales se hacen pasar por chicos adolescentes, para ganarse su confianza y abusar sexualmente de ellos. Es lo que se conoce como grooming. A través de esos lazos de confianza, consigue datos personales del menor, utiliza tácticas de seducción o provocación y terminan logrando que el menor se desnude o realice actos de carácter sexual.

Entonces comienza el acoso, el chantaje y la extorsión, logrando así que el menor acceda al envío de más imágenes o a mantener relaciones sexuales. Otros adultos realizan exhibicionismo y envío de imágenes de naturaleza pornográfica a menores a través de internet. Es lo que se conoce como sexting. También suelen pedir a cambio el envío de imágenes similares por parte del menor, por lo que también estos pueden verse sometidos a acoso o chantaje. Las imágenes pueden terminar en los circuitos de pornografía infantil online, enviarse a conocidos o colgarse en páginas web como venganza. Una vez enviada una imagen a través de internet, se pierde el control de la misma. Estas situaciones pueden dejar a los menores expuestos a un grave riesgo, y en ocasiones han llegado a conducir al suicidio de adolescentes.

Muchos adolescentes, e incluso niños, satisfacen su curiosidad natural sobre la sexualidad a través de páginas con contenidos pornográficos. La pornografía online está ampliamente difundida y es fácilmente accesible, incluso por menores. Los alumnos de institutos y colegios disponen de smartphone, y comentan en los patios de recreo o a la salida de clase lo que han visto en internet. Como profesional, he escuchado a alumnos de Primaria reconocer que ya en el quinto curso (10–11 años) visitaron una página web de contenido para adultos, y muchos alumnos de Secundaria admiten haber visitado sus primeras páginas porno en Primaria, animados por amigos y compañeros de clase. El acceso a la pornografía a estas edades resulta muy nocivo para el desarrollo de los menores, ya que desarrollan una idea falsa de la sexualidad. Toman su primer contacto con la sexualidad a través del porno, con escenas sádicas o masoquistas, de agresiones sexuales, o imágenes violentas, degradantes, machistas o humillantes. Esto puede repercutir en su idea de lo que es una relación sexual normal y en su concepción de las relaciones de pareja, del rol de la mujer y de la sexualidad.

Páginas de apología de anorexia o bulimia

anorexia ciberbuylling
Foto: Shutterstock.com

En la red existen también páginas que hacen apología de trastornos como la anorexia o la bulimia, defendiendo la “libertad” de los adolescentes para elegir el “estilo de vida” que deseen. Estas paginas se conocen habitualmente como páginas “pro ana” y “pro mía” . Ana y Mía es como algunas jóvenes empezaron a denominar en clave a la anorexia y a la bulimia, como si de dos jóvenes amigas se tratara. En estas webs se dan consejos sobre cómo vomitar sin que se note, cómo mantener su dieta sin que los padres lo sepan, cuelgan fotos de chicas muy delgadas, se dan a conocer trucos para perder peso rápidamente, y se refuerzan y animan unas a otras a mantener y preservar su “estilo de vida”.

Estas páginas son muy peligrosas, ya que contribuyen a mantener estos trastornos (que pueden ser devastadores para la salud y la vida de muchas jóvenes) y pueden ser el detonante de la aparición del trastorno en chicas vulnerables. En muchas de estas páginas se promueven también las autolesiones y los autocastigos, para aumentar la resistencia al dolor y el autocontrol. Existen asimismo páginas “pro SI” (pro self injury), que conjuntamente o independientemente de las anteriores, promueven las autolesiones en adolescentes. Estas páginas deben denunciarse, ya que promueven y difunden contenidos nocivos para la salud de chicas y chicos. Se pueden denunciar a través de entidades como la Asociación contra la Anorexia y la Bulimia — ACAB a través de este formulario, o de otras entidades como las que citamos más abajo para la protección de los menores en internet.

El papel de las familias

La protección de los niños y adolescentes frente a los riesgos de internet es esencial. Las familias deben hablar con sus hijos e informarles de estos riesgos, para que el propio menor sea consciente de lo que está sucediendo si se encuentra ante una situación peligrosa. Las familias deben también mantener una supervisión directa de las páginas que visita el menor e instalar aplicaciones de control parental en los dispositivos con acceso a internet.

Los profesionales que trabajamos con menores tenemos también que realizar una labor de educación, información y concienciación dirigidas tanto a los menores como a las familias. Muchas familias proporcionan un smartphone a los niños sin educarles sobre su uso y sin realizar una supervisión adecuada de su actividad en las redes. Las familias tienen que conocer estos riesgos para poder proteger adecuadamente a sus hijos/as. Los menores también tienen que estar al corriente de estos riesgos, ya que los padres no están presentes en el 100% de las ocasiones y en muchos casos será el propio menor el que corte una conversación si percibe algo que no le gusta y conoce los riesgos. La educación, la información y la formación son esenciales para que a ellos mismos se les encienda “el piloto de alarma”.

Pantallas amigas, Fundación Alia2 y Padres 2.0

En España existen una serie de entidades que se encargan de la protección de los menores ante los riesgos de internet. La Asociación Protégeles contiene una línea de denuncia, líneas de ayuda frente al cyberbullying y los delitos contra menores en las redes e inspecciona la red para la retirada de páginas de pornografía infantil. Pantallas Amigas es una iniciativa que promueve el uso seguro de internet, y que cuenta con varios servicios: una línea de ayuda, un servicio de denuncia online, apoyo a familias y a centros educativos y labores de formación y sensibilización. Esta página anima a las familias a contar lo que les ha sucedido a sus hijos, para que pueda servir de aviso a otras familias (se difunde respetando la confidencialidad).

La Fundación Alia2 trabaja para la protección de niños y adolescentes frente al grooming, el sexting o el cyberbullying. Realizan campañas y cuentan con un equipo de profesionales para la atención a los menores y a las familias. También realizan programas formativos para fomentar la seguridad de los niños y adolescentes en internet.

La ONG Padres 2.0 se dedica a la protección de los menores frente a los riesgos de las nuevas tecnologías, ofreciendo una acción integral: prevención, sensibilización, formación, mediación y asistencia psicológica y jurídica.

Por su parte, el Centro de Seguridad en Internet para Menores o “internet segura for kids” cuenta con una web en la que difunden consejos para proteger a los niños y adolescentes en internet, información sobre privacidad, contenido inapropiado, comunidades peligrosas y los riesgos del uso excesivo de las TIC.

Artículo de Carmen Alemany Panadero
Trabajadora social y periodista

Fuente original: https://goo.gl/MXKL2S

Image Credits: Shutterstock.com