Los doctores, mejor aprovechados en la empresa europea que en la española

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Madri+d y la Fundación Universidad-Empresa celebraron el pasado mes de diciembre una jornada para debatir acerca de la inserción laboral de los doctores e investigadores en empresas españolas, lejos de la media europea a pesar de los avances experimentados en los últimos años. Según los últimos estudios, el 33 por 100 de los investigadores de nuestro país trabaja en empresas, frente a la media europea que se sitúa en el 48 por 100. Si se habla de doctores, en España sólo el 10 por 100 trabaja en el sector privado. Estos datos muestran que, aunque los departamentos de recursos humanos empiezan a tener en cuenta las ventajas de incorporar doctores a sus plantillas, todavía queda camino por recorrer hasta llegar a los niveles deseables y equiparar el caso español al del resto de Europa.
La media europea en cuanto a la inserción laboral de los investigadores en la empresa sigue siendo superior a la española: en España sólo hay 2,04 investigadores por cada cien empleados, mientras que en Europa (EU-15) este dato se eleva a 2,82, y en algunos países, como Suecia o Finlandia, se alcanzan niveles por encima del 6 por 100. Esto se debe, fundamentalmente, a que en España sólo un 33 por 100 de las empresas valora que los candidatos tengan formación de postgrado o posean una especialización concreta. En cuanto a la posesión de estudios de doctorado, sólo un 4 por 100 de las compañías los tiene en cuenta.
Las empresas no suelen tener puestos de trabajo específicos para doctores, ya que no se les contrata como tales y, además, no hay relación entre la formación y el salario (el sueldo medio que cobra un doctor es de 28.000 euros al año, mientras que para un licenciado es de 25.000 euros). Además, los departamentos de recursos humanos priman el perfil competencial y el potencial de desarrollo del candidato antes que el nivel de estudios alcanzado. En este sentido, el hecho de ser doctor se considera un plus, pero no un elemento clave de selección. Por lo general, se valoran más positivamente a quienes han realizado un máster que a los doctores, ya que el tipo de formación que aquéllos reciben es, en opinión de los expertos de recursos humanos, más práctica.